Tercer y Cuarto intento de desecación de la Laguna de Antela

INTENTOS DE DESECACIÓN DE LA LAGUNA DE ANTELA – Lagoa de Antela

3) LOS HERMANOS MUGÁRTEGUI

Ver segundo intento de desecación

A pesar del fracaso del proyecto anterior, el 25 de febrero de 1854, los hermanos Mugártegui a través de una instancia solicitan permiso para desecar la Laguna de Antela. Su proyecto estaba muy bien elaborado y argumentado, incluso estaba establecido el presupuesto. Consideraban que este proyecto sólo traería beneficios a la gente de la comarca, proporcionaría pan y trabajo a mucha gente necesitada. Sus argumentos estaban en consonancia con lo de Toubes y Pelayo Cuesta, definían a la laguna como un terreno lagunoso y malsano que evitaba el crecimiento de una de las regiones más productivas de España.

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Los vecinos, sin embargo, no parecían estar conformes con los supuestos beneficios que traería consigo la desecación de la Laguna, y el 27 de marzo presentaron una instancia colectiva firmada por 300 cabezas de familia de los municipios de Porqueira, Rairiz de Veiga, Sandiás, Sarreaus, Vilar de Barrio y Vilar de Santos. En él mostraban su oposición a la obra y pedían que se le denegara el permiso para llevarla a cabo.

La oposición de estos vecinos, para quienes la laguna era fundamental para desarrollar las labores –principalmente la ganadería- que eran la forma de sustento de muchas familias, obligó al ayuntamiento a posicionarse a favor de los vecinos y en contra del proyecto de los Mugártegui.

Los vecinos con el objetivo de frenar el proyecto comenzaron a adquirir terrenos colindantes con la laguna. Según Rico Boquete “las compras afectaron a diecisiete parcelas que se extendían por una superficie superior a las 3200 ha y cuya denominación siempre incluía los términos “lagoa”, “veiga” o “braña”.

4) ISCAR DÍAZ

A pesar de las protestas de los vecinos, comenzaron a surgirle competidores a los Mugártegui, que pretendían hacerse con la concesión de la obra de desecación: Guillermo Partington y José Joaquín Figueras, los señores Juan Sabugo y Victoriano Moto, pero ninguna de estas solicitudes recibió atención. No ocurrió lo mismo con la solicitud de Toribio Iscar Sáez, su proyecto fue muy bien considerado por la Junta Provincial de Agricultura, lo que provocó que a pesar de la reticencia inicial de los Mugártegui a colaborar con Iscar Sáez terminaran por crear una empresa conjunta para llevar a cabo el proyecto.

Con el Real Decreto de 15/04/1868 publicado en la Gaceta de Madrid los hermanos Mugártegui e Iscar Sáez obtienen la concesión para la desecación de la Laguna.

En el artículo 3 se estipulaba que la empresa se haría con la propiedad de los terrenos saneados en el proceso de desecación, terrenos que podrían ser cultivados, exceptuando 5% de las tierras que serían de aprovechamiento común para los pueblos contiguos a la laguna. En el artículo 4 se establece que se deberá abonar a los pueblos o particulares las cantidades establecidas en las leyes de desamortización. En el artículo 6 se exigía como garantía que un plazo de 15 días se abonara el 1% del presupuesto de las obras. En el artículo 7 se establecía la obligación de la empresa de a construir una Granja-escuela ocupando 10 hectáreas. En el artículo 8 se explica que las obras estarán supervisadas por el Ingeniero Jefe de la provincia y que deben comenzar en el plazo de un año y han de terminarse en cuatro años. Una vez terminadas las obras, será la Dirección general de obras públicas la encargada de realizar un reconocimiento especial.

Finalmente las obras fueron paralizada, Zapata Tejedor considera que fueron las protestas de los vecinos, que opusieron resistencia a que las obras de desecación se llevarán a cabo, junto a motivos políticos, lo que provocó que se abandonarán las labores de desagüe. [3]