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Bibliografía

BIBLIOGRAFÍA

 

FUENTES PRIMARIAS:

 

  • BOE
  • GACETA DE MADRID
  • HEMEROTECA DIGITAL LA VANGUARDIA
  • HEMEROTECA DIGITAL ABC
  • TESTIMONIOS ORALES

 

FUENTES SECUNDARIAS:

BEDOYA, José María, memoria sobre el desagüe de la laguna de antela o de la limia en la provincia y obispado de orense, reino de Galicia. por el Dr. D. Juan Manuel Bedoya, Canónigo Cardenal de la S.I.C de Orense, e individua de la Real Academia de la Historia, Ourense

CONDE VALVÍS,F. La laguna Antela y sus vicisitudes histórico arqueológicas. Boletín Auriense 5,1975

MADOZ, Pascual. Diccionario geográfico-estadístico-historico de España y sus posesiones de ultramar, Madrid, 1846-1850.

MARTÍNEZ CARNEIRO, X.L. Antela, a memoria asolagada, Vigo, Ed. Xerais, 1997.

‪RICO BOQUETE, E. Liberales y emprendedores, los proyectos de desecación de la laguna de Antela (A Limia, Ourense), 1827-1874. En: A Patria enteira: homenaxe a Xosé Ramón Barreiro Fernández. Ed. Axeitos, X.L., Grandío, E. y Villares, R. Consello da Cultura Galega, Universidade de Santiago de Compostela, 2008 p. 841-866.

SOTO, M. F., GARCÍA, A. F., CUESTA, G. F., & PRIETO, J. R. F. La desecación de la laguna de Antela. Boletín de la Asociación de Geógrafos Españoles, 2011, no 57, p. 295-312.

ZAPATA TEJEDOR, Francisco. Desecación y saneamiento de la laguna de Antela, Revista de obras públicas, nº 3026,págs. 465-472

 

 

Conclusiones

La desecación definitiva de la Laguna de Antela se llevo a cabo en 1958 bajo la Dictadura franquista, sin embargo los intentos de realizar esta obra se llevaban produciendo a lo largo de todo el siglo XIX. Los argumentos que se daban para justificar la desecación no variaron a lo largo de los años, por una parte se consideraba necesario deshacerse del lastre que suponía para la zona de la Limia, a la que consideraban un terreno muy fértil y productivo, la laguna de Antela.

Por otra parte, se creía que esas zonas de humedales eran una fuente de enfermedades e infecciones. Vemos como la Dictadura franquista no vario para nada los argumentos que ya en el siglo XIX daban autores como Bedoya, el cual definía a la laguna como “inmundo, inútil y nocivo charco, germen de putrefacción y mortandad”. Todos estos intentos de desecación fracasaron, a pesar de que los encargados del proyecto siempre lo presentaban como una obra llena de ventajas. Sin embargo los problemas iban apareciendo, bien fueran problemas de índole económica o generados por las protestas de los vecinos de la zona, que se mostraban reacios a que se les privara de la laguna de antela, que suponía en aquella época la forma de sustento de muchas familias.

Ni siquiera en el siglo XX con la aparición de la Ley Cambo, que ofrecía ayudas públicas muy sustanciosas para “la desecación y saneamiento de lagunas, marismas y terrenos pantanosos e inundables” consiguió que triunfara algún proyecto de desecación. Ante este panorama el régimen franquista decidió tomar la iniciativa y declaró como indispensable el saneamiento y colonización de la laguna de Antela. Sin embargo el proyecto fue planteado con demasiada premura como se intuye por las palabras del propio ingeniero encargado de la obra, Zapata Tejedor. Esto provocó que fallará la segunda fase del proyecto, que consistía en la realización de un sistema de regadío para abastecer de agua a los nuevos terrenos y derivó en sucesivos gastos económicos para subsanar el problema.

Aunque desde el punto de vista ecologista que lleva primando en los últimos años, la desecación de uno de los humedales más importantes de la península ibérica con una fauna y flora propias, pueda parecer una aberración, lo cierto es que si se tienen en cuenta las opiniones de la gente de la Limia a la que se le realizaron las entrevistas, para la mayoría de ellos supuso una ventaja. Todos los que afirman que la desecación fue una riqueza para la zona de la Limia cuentan con opiniones muy similares a las que aportaban en el siglo XIX, consideraban a la laguna un charco inútil que sólo servía para albergar a patos, ranas y sanguijuelas. Afirman que la desecación trajo consigo trabajo y tierras para la gente de la zona. Es destacable que incluso los que en la época de la desecación franquista se mostraron en contra de la obra, lo hacían porque para ellos la laguna era la forma que tenían de alimentar el ganado, lo que parece indicar que por aquel entonces apenas existía una conciencia ecologista.

En los últimos años sí que a través de la Consellería de medio ambiente se ha tomado conciencia del valor ecológico que tenía la laguna, y por ello se están llevado a cabo diversos proyectos con la intención de recuperar la antigua biodiversidad de la Laguna de Antela.

 

 

 

Testimonios sobre la desecación de la Laguna

Victoriano M., trabajador del Instituto nacional de colonización. 89 años

“Llegué a Xinzo en el año 1966. Empece trabajando en Extremadura y antes de comenzar a trabajar en los terrenos desecados estaba en Aguilas del Caudillo en Ciudad Rodrigo, construyendo pueblos que tenían de todo. Decidí venir a Xinzo porque me ofrecieron un piso y un coche. El piso está en la zona que llaman hoy en día las casas baratas, me lo financiaron a un precio muy bajo, el coche nunca apareció.

“Mi labor consistía en trabajar con la cosechadora ya que aquí no había máquinas, cuando llegué un día a Lamas a trabajar la finca del Manzana se armó un buen revuelo, todo el mundo se reunió alrededor de la máquina.”

“Con la cosechadora me dedicaba a trabajar las fincas de la gente y sembraba maíz, tenían que hacerlo las máquinas de la colonización porque la gente no tenía maquinaria”

“Para acceder a una finca había que presentar una solicitud y cumplir una serie de requisitos, por ejemplo, el “Brujo de Pena” quería unas fincas pero como no estaba casado no se las podían dar, entonces se acabo casando con la criada.”

“Una vez que se te concedía la finca había que pagar una renta de 4000 pesetas por año por un terreno de aproximadamente 9 hectáreas. Las parcelas estaban unos años de tutal y luego pasaban al censo de propiedad”

“Curiosamente al principio la gente parecía mostrar cierta desconfianza con las tierras, les parecía que era un engaño, que les pudiesen conceder unos terrenos y que fuesen las maquinas de la colonización quienes los trabajasen”

“El ingeniero que mandaba era Francisco Contreras, era muy buen jefe, te dejaba libertad para trabajar. Muchos vecinos que querían unas determinadas tierras iban allí a llorarle. Recuerdo que una vez “El contreras como le daba pena, le dijo al hombre: mira coge esta papeleta con este número y cuando vayas a meter la mano en la bolsa ya lo tienes en la mano”

“La desecación de la laguna fue una obra muy buena, ya que le dio parcelas a mucha gente que no tenía nada. Un cuñado mío de Salamanca se vino aquí a ganarse la vida.

 

Vecino de Baronzas. 82 años

“ A desecación da Lagoa foi algo moi beneficioso e que axudou moito a xente da Limia. A Lagoa era un charco de auga estancada o que non se lle sacaba ningún proveito, só había ras e zumezugas. Era unha terra morta. Os únicos que protestaron eran os que tiñan ganado ou cabellerías que levaban a pastar o gando onda a Lagoa.

 

Antonio Casares, miembro de la cooperativa Antela, vecino de Baronzas. 80 años

“Para a limia e pos arredores, foi unha cousa das boas para os agricultores. A laguna estaba todo de monte, de campo, había moitas cousas malas, o único que había era uns páxaros. Gracias que o estado botou man de eso, e deronllas os que pediron as fincas. Foi un beneficio para todos.”

“So servían para os que tiñan vacas que as levaban a pacer e cortaban tamén alí unhas herbas malas para botar na corte. Tamén se collían ras pero eso non tiña nengunha rentabilidade”

“Hoxe só se preocupan de protexer os páxaros e non o que da de comer, eso que fixeron da ZEPA vai en contra dos labradores”

“O único malo foi a auga, xa que a sequía foi un problema para os que non tiñan o regadío. Nos tiñamolo fai xa 25 anos. Ahora fai 4 ou 5 anos, levase a auga o monte e logo baixa pola sua propia forza, e ven máis quente e é mellor po cultivo. (…) Co novo sistema de regadío cada un paga a que gasta, xa se puxeron de acordo fai tempo. O estado puxo cartos e o resto a xente.”

 

Antonio O., veciño de Xinzo. 95 años

“A desecación da Lagoa foi moi beneficiosa para moita xente. Ahora protestan que foi unha perda porque marcharon os páxaros, é os páxaros non dan de comer a ninguén ¿Qué ganas mirando pos páxaros?

«Ahora moita xente vive das terras que se lle deron e sementa moitos Kg de patacas e cereais e antes o único proveito que había eran as ras. Os raneros levaban unha vida moi esclava. Levantabánse as 4 da mañan para ir coller as ras e as veces tamén collían entre o beon os ovos dos patos.»

 

Vecino de Lamas.79 años

“Antes todo era humedad, a Lagoa so era boa para os patos e as aves, non había productividade nengunha. Eso non valía para nada, só era un charco no que vivían as ras e os patos.”

 

Solcita Rodríguez, miembro de la cooperativa  Antela, vecina de Baronzas. 79 años

“Creo que sí foi beneficiosa, por que deunos moito traballo, moito fruto, moitas patatas, moito trigo, millo e verduras. Nós por exemplo antes de meternos na laguna no ano 68, estábamos pensando irnos para Suiza ou Alemania, pero como tiñamos as nenas pequenas, por non deixalas cos abuelos non marchamos. Como nos deron unha finca compramos un tractor e foi a maneira de poder quedarse aquí e traballar”

“Moita xente de aquí que tiña vacas mostrouse en contra de que se secará. No verán as vacas que estaban enxoitas, que non estaban paridas, pastaban alí na laguna vella, e todo o verán andaban ala e viñan mantidas para a casa. Nestes pobos arredor, o mellor non lle fixeron ben.”

“No verán regabase do Canal da laguna, no fondo da Laguna. Daquelas a diputación ou o que fose, puña os motores e canalizaba a auga ata cerca das fincas, nos solo tiñamos que comprar os tubos para enganchar no pe da finca e levala cos aspersores ata o final dela.”

“Págabase unha renta como a das casas baratas, iamos pagando para que logo foran nosas en propiedade. Pagamos durante 10 ou 12 anos, e logo como fixemos a coperativa entre os das terras colindantes, pagaba a coperativa (12 socios).

“Nos aproveitamos o terreno gracias a idea dun veciño, para crear unha cooperativa de vacas xa que nos íamos vellos e as fillas cada unha tiraba cara un lado, polo que o non seguir ca agricultura vimos unha boa oportunidade”.

 

Vecino de Morgade, 85 años.

“ Eu sempre me mostrei en contra de que desecara a laguna, pero antes non se podía falar moito porque era una Dictadura e había que estar calados. As protestas que había non valían pa nada porque ninguén lle facía caso. Os raneros adicabanse a ir por ras e vendelas pero eles non interesaban. Que se secara a laguna foi bo pos ricos, canto máis rico mellor parcela che daban”

“Un día apareceron as máquinas e xa non houbo volta atrás, arrasaron con moitas arbores de aquí e as aves tiveron que marchar, aínda recordo as flores que había antes! Eso ahora por desgracia xa non se vai recuperar porque o único que interesa son as patacas que o único que fan e envenenarnos con tantos sulfatos e herbicidas.

 

Vecina de Xinzo. 82 anos

“Estou totalmente en contra de que se desecara a Lagoa, foi unha perda moi grande, había moita fauna e moito tipo de flores, e ahora o único que hai é patacas”

“Antes os labradores ían a laguna co gando e collían o bión para estrar as cuadras, pero eso non lle importou a ninguén, porque o único que importaba era mirar polos intereses dos pataqueiros”

 

 

Intento de recuperación de la biodiversidad de la Laguna de Antela

Las tierras resultantes de la desecación de la laguna, no sólo se utilizaron para su aprovechamiento agrícola, sino que parte de su superficie se destinó a otros aprovechamientos como las explotaciones areneras. En el año 1972 comienzan a aparecer este tipo de explotaciones en el ayuntamiento de Sandías y Xinzo de Limia. Muchas de estas pequeñas lagunas acabaron siendo abandonas por las empresas una vez realizada la extracción.

Ante este panorama, la Consellería de Medio Ambiente tomo la iniciativa e inició un proyecto para llevar a cabo la recuperación de la biodiversidad de la Laguna.

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Como se lee en el anterior cartel situada en la zona de la areneras: “ Grazas a colaboración dos industriais da zona, e á labor de recuperación da Consellería de Medio Ambiente e a Dirección Xeral de Conservación da Natureza moitas das areeiras abandonadas amosan hoxe unha riqueza biolóxica similar a que tería un rincón calquera da extinta Lagoa de Antela”

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Consecuencias de la desecación de la Laguna

 

La desecación de la Lagoa de Antela supuso la destrucción de una zona de gran valor ecológico, con su desaparición también se perdió el hábitat natural de muchas especies vegetales y animales.

La vegetación autóctona fue destruida o quemada con el propósito de obtener nuevos terrenos para el cultivo, se produjo una desforestación para facilitar la explotación de los nuevos terrenos.

Se implantó una agricultura intensiva, destinada al cultivo de patata, ya que es un tubérculo que se desarrolla bien en los suelos arenosos. Las obras de desecación provocaron un empobrecimiento edáfico que obligaba al uso indiscriminado de fertilizantes que bajaban la calidad de las cosechas a la vez que provocaban un coste agrícola, lo que suponía la pérdida de valor de los productos limianos en el mercado.

A este problema se le añadía el de la sequedad de los suelos, el Estado no llego a completar su plan inicial de regadío y fueron los propios agricultores los que tuvieron que ponerse de acuerdo para crear un sistema de riego que han ido mejorando a lo largo de los años.

En un artículo del año 1968, extraído de La Vanguardia se analiza el fracaso del proyecto. Se explica cómo las aspiraciones iniciales no se cumplieron, y cómo las cantidades que se gastaron en el proyecto superan con creces a los presupuestos previos:

“Los suelos no fueron analizados. Se esperaban tierras actas para ciertos cultivos y aconteció lo contrario. Los suelos necesitaban agua y ha sido necesaria la instalación de formidables sistemas de irrigación. Se han gastado hasta la fecha más de 180 millones de pesetas y se reclaman fuertes desembolsos (…) No han salido las cosas como soñaba don Cirilo Canovas, ex ministro de agricultura e ingeniero agrónomo. Hasta ahora se han regado doscientas hectáreas y el agua no llega para abastecer tan extenso ciercundo. Y para ello habría que construir una presa en el río Arnoya. Este proyecto posterior al primitivo plan vienen a encarecer todavía más el coste de las obras. Por Obras Públicas serían seiscientos millones más, que sumados a las nuevas inversiones de Colonización representaría una cantidad aproximada de mil millones de pesetas”

 

La desecación de la Laguna durante la Dictadura franquista

APROBACIÓN DE LA R.O DE 1956

En 1956 el Instituto nacional de Colonización tomó la iniciativa de llevar a cabo, por fin, el proyecto que tantas veces había fracasado. Es por ello que en 1956 el Régimen Franquista promulgó, amparada en la ley Cambo, una ley que declaraba de “alto interés nacional” las obras de desecación y saneamiento, así como, su posterior concentración parcelaria.

En la R.O se menciona la incapacidad de los diversos concesionarios, que intentaron llevar a cabo el proyecto desde el año 1868. La orden recalca la necesidad de no desistir en su resolución ya que se necesita de esas tierras para elevar la producción y el nivel de vida del campo.

Los argumentos que se aportaban para justificar esta desecación eran los mismos que se aportaron durante el anterior siglo. Por una parte la obtención de nuevas tierras de labor, y por otra la eliminación de un foco insalubridad. Argumento que Serafín Gonzalez rebate En el libro «A memoria asolagada», rescatando las palabras de el médico titular de Xinzo en 1870:

“”Existía antes de terminarse la desecación de la Laguna de Antela el paludismo y las fiebres tifoideas y parafíticas (…) Yo tuve hace 15 años un caso en un pueblo de 46 vecinos, 84 casos de fiebre tifoidea y aún no teníamos la cloromicetina (…) la causa era la fuente del pueblo” Por lo tanto el autor concluye que los culpables de esos males era la cruda realidad y el aislamiento que sufría                    la Limia, no la Laguna de Antela.

En los artículos de la R.O se establecen las distintas fases en las que se va a llevar a cabo el proyecto:

  • En el artículo 2 se establece que en el plazo de dos meses las direcciones de generales de obras hidráulicas y colonización deberán elaborar un propuesta de delimitación de los terrenos a desecar, en donde han de estar incluidos los terrenos incultos y pantanosos y los terrenos que tras haber sufrido alguna obra de desecación estaban dedicados al cultivo. En el artículo 3 se estipula que los propietarios de estos terrenos que puedan verse afectados cuentan con un plazo de 30 días para hacer una reclamación.
  • En el artículo 4 se establece que una vez recibidas las anteriores actuaciones, el Consejo de Ministros debe fijar la delimitación definitiva de la superficie de los terrenos a desecar, que pasaran a ser posesión del Estado según el artículo 5. El artículo 6 recoge que si alguna propiedad situada en dicha superficie perteneciera por derecho a una persona, el instituto nacional de colonización establecerá una indemnización correspondiente al valor de dicha propiedad.
  • En el artículo 8 se hace referencia a la redacción por parte del Instituto Nacional de colonización del Plan General de colonización de la superficie delimitada y se establece una enumeración de las obras que se han de llevar a cabo.
  • En el artículo 9 se estipula la creación de una comisión técnica mixta que establecerá el plazo para elaborar «el Plan Coordinado de Obras necesarias para el saneamiento y colonización de la superficie delimitada que incluyen:
  • Las características constructivas de las distintas obras.
  • La determinación de las que corresponda construir a los servicios hidráulicos del Ministerio de Obras Públicas y al instituto nacional de colonización.
  • El orden y el ritmo al que deberán ajustarse los proyectos y ejecución de las obras.

  FASES DE LA OBRA

El Instituto Nacional de Colonización encargó el proyecto a Francisco Zapata Tejedor.

“En junio de 1957 recibí el encargo de estudiar y redactar el referido proyecto por el Jefe de Estudios y Proyectos del Instituto Nacional de Colonización, con un plazo de dos meses…” A través de las palabras del propio ingeniero, se conoce la premura con la que le encargaron la realización de las obras. Un plazo de dos meses es sin duda un tiempo muy escaso para plantear un proyecto de una obra de semejante magnitud, y el propio Zapata Tejedor específica quiso hacer constar en su artículo que actuaron apremiados por el tiempo.

En su artículo Tejedor hace referencia a los intentos previos de desecación que sufrió la laguna, y considera que a partir del siglo XIX los habitantes ya no estaban interesados en la exportación de sanguijuelas sino en poder explotar las tierras que permanecían anegadas por la laguna. (El autor habla en su artículo del negocio que existía en el siglo XVIII de exportación de sanguijuelas. Menciona un artículo del diario ABC, escrito por García Bayón en el que habla del interés de los franceses por estas sanguijelas, a las que usaban para realizar sangrías.)

 

La obra se dividió en 3 fases:

1. La primera fase en la que se llevarían a cabo las obras de saneamiento y desecación. Lo más importante en esta parte fue la creación de un canal que contaba con dos ramales en la cabecera de la laguna y que se utilizaban para drenar el espacio inundado. Para que se pudiera realizar la evacuación del agua drenada por el canal, éste se conectó en su terminación con el emisario de la Laguna , al cual se le aumento el cauce en 17 metros de anchura debido a que su estrechez impedía la circulación del agua. A su vez este canal emisario se entroncaba con el Río Limia, al que también se le confirió durante un tramo de 5 km de una sección de 34 metros de anchura para poder evacuar todo el caudal de agua.

 

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2.La segunda fase consistía en la construcción de un sistema de regadío para hacer llegar el agua a las tierras que quedaron desecadas. Los autores del artículo “La desecación de la Laguna de Antela” consideran que esta segunda fase fue un fracaso y que supuso un sobrecoste.

“Las infraestructuras de desecación pronto evidenciaron deficiencias técnicas cuya resolución implicó un desorbitado sobrecoste de las obras, de modo que la inversión final superó con creces las previsiones iniciales y no quedaban fondos para acometer la segunda fase del Plan. No obstante, un grupo de propietarios integrado en la Comunidad de Regantes de la Zona de Antela instaló varias estaciones de bombeo a lo largo de los canales de drenaje de la laguna para llevar agua a presión a un pequeño sector de 600 hectáreas dentro del área desecada, que se riega por aspersión.»

3.La tercera fase consistía en la colonización de los terrenos desecados que habrían de ser acondicionados y parcelados para su puesta en cultivo.

Consultando la prensa de la época , en este caso un breve artículo del periódico La Vanguardia, podemos saber que las obras comenzaron en el año 1958. También se explica brevemente las fases del proyecto.

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También a través de la búsqueda en la prensa de noticias relacionadas con la desecación nos damos cuenta de cómo en aquellos años esta obra se consideraba un proyecto necesario, en el artículo anterior extraído de La Vanguardia, vemos como ya en 1954 antes de la aprobación de la R.O para llevar a cabo la desecación, se considera que la obra de desecación sería una cosa espléndida que se estaba demorando demasiado .lagoadeantela

El anterior artículo de 1958, explica como la gente de Xinzo de Limia quería expresar la enorme gratitud que sentía hacia Franco por haber comenzado las obras de desecación de la Laguna.

Desecación de a Lagoa de Antela Durante la Dictadura

APROBACIÓN DE LA R.O DE 1956

En 1956 el Instituto nacional de Colonización tomó la iniciativa de llevar a cabo, por fin, el proyecto que tantas veces había fracasado. Es por ello que en 1956 el Régimen Franquista promulgó, amparada en la ley Cambo[1], una ley que declaraba de “alto interés nacional” las obras de desecación y saneamiento, así como, su posterior concentración parcelaria.[2]

En la R.O se menciona la incapacidad de los diversos concesionarios, que intentaron llevar a cabo el proyecto desde el año 1868. La orden recalca la necesidad de no desistir en su resolución ya que se necesita de esas tierras para elevar la producción y el nivel de vida del campo.

Los argumentos que se aportaban para justificar esta desecación eran los mismos que se aportaron durante el anterior siglo. Por una parte la obtención de nuevas tierras de labor, y por otra la eliminación de un foco insalubridad.[3] Argumento que Serafín Gonzalez rebate En el libro A memoria asolagada, rescatando las palabras de el médico titular de Xinzo en 1870:   “”Existía antes de terminarse la desecación de la Laguna de Antela (Lagoa de Antela) el paludismo y las fiebres tifoideas y parafíticas (…) Yo tuve hace 15 años un caso en un pueblo de 46 vecinos, 84 casos de fiebre tifoidea y aún no teníamos la cloromicetina (…) la causa era la fuente del pueblo” Por lo tanto el autor concluye que los culpables de esos males era la cruda realidar y el aislamiento que sufría la Limia, no la Laguna de Antela (Lagoa de Antela). [4]

En los artículos de la R.O se establecen las distintas fases en las que se va a llevar a cabo el proyecto[5]:

  • En el artículo 2 se establece que en el plazo de dos meses las direcciones de generales de obras hidráulicas y colonización deberán elaborar un propuesta de delimitación de los terrenos a desecar, en donde han de estar incluidos los terrenos incultos y pantanosos y los terrenos que tras haber sufrido alguna obra de desecación estaban dedicados al cultivo. En el artículo 3 se estipula que los propietarios de estos terrenos que puedan verse afectados cuentan con un plazo de 30 días para hacer una reclamación.
  • En el artículo 4 se establece que una vez recibidas las anteriores actuaciones, el Consejo de Ministros debe fijar la delimitación definitiva de la superficie de los terrenos a desecar, que pasaran a ser posesión del Estado según el artículo 5. El artículo 6 recoge que si alguna propiedad situada en dicha superficie perteneciera por derecho a una persona, el instituto nacional de colonización establecerá una indemnización correspondiente al valor de dicha propiedad.
  • En el artículo 8 se hace referencia a la redacción por parte del Instituto Nacional de colonización del Plan General de colonización de la superficie delimitada y se establece una enumeración de las obras que se han de llevar a cabo.
  • En el artículo 9 se estipula la creación de una comisión técnica mixta que establecerá el plazo para elaborar «el Plan Coordinado de Obras necesarias para el saneamiento y colonización de la superficie delimitada que incluyen:
  • Las características constructivas de las distintas obras
  • La determinación de las que corresponda construir a los servicios hidráulicos del Ministerio de Obras Públicas y al instituto nacional de colonización.
  • El oren y el ritmo al que deberán ajustarse los proyectos y ejecución de las obras.

 

FASES DE LA OBRA

El Instituto Nacional de Colonización encargó el proyecto a Francisco Zapata Tejedor.

“En junio de 1957 recibí el encargo de estudiar y redactar el referido proyecto por el Jefe de Estudios y Proyectos del Instituto Nacional de Colonización, con un plazo de dos meses…” A través de las palabras del propio ingeniero, se conoce la premura con la que le encargaron la realización de las obras. Un plazo de dos meses es sin duda un tiempo muy escaso para plantear un proyecto de una obra de semejante magnitud, y el propio Zapata Tejedor específica quiso hacer constar en su articulo que actuaron apremiados por el tiempo. [A]

En su artículo Tejedor hace referencia a los intentos previos de desecación que sufrió la laguna, y considera que a partir del siglo XIX los habitantes ya no estaban interesados en la exportación de sanguijuelas [B] sino en poder explotar las tierras que permanecían anegadas por la laguna.[C]

La obra se dividió en 3 fases:

  1. La primera fase en la que se llevarían a cabo las obras de saneamiento y desecación. Lo más importante en esta parte fue la creación de un canal que contaba con dos ramales en la cabecera de la laguna y que se utilizaban para drenar el espacio inundado. Para que se pudiera realizar la evacuación del agua drenada por el canal, éste se conectó en su terminación con el emisario de la Laguna , al cual se le aumento el cauce en 17 metros de anchura debido a que su estrechez impedía la circulación del agua. A su vez este canal emisario se entroncaba con el Río Limia, al que también se le confirió durante un tramo de 5 km de una sección de 34 metros de anchura para poder evacuar todo el caudal de agua.[D] [E]lagoa-antela-dictadura-franco-1
  1. La segunda fase consistía en la construcción de un sistema de regadío para hacer llegar el agua a las tierras que quedaron desecadas. Los autores del artículo “La desecación de la Laguna de Antela” consideran que esta segunda fase fue un fracaso y que supuso un sobrecoste.

“Las infraestructuras de desecación pronto evidenciaron deficiencias técnicas cuya resolución implicó un desorbitado sobrecoste de las obras, de modo que la inversión final superó con creces las previsiones iniciales y no quedaban fondos para acometer la segunda fase del Plan. No obstante, un grupo de propietarios integrado en la Comunidad de Regantes de la Zona de Antela instaló varias estaciones de bombeo a lo largo de los canales de drenaje de la laguna para llevar agua a presión a un pequeño sector de 600 hectáreas dentro del área desecada, que se riega por aspersión.”[F]

  1. La tercera fase consistía en la colonización de los terrenos desecados que habrían de ser acondicionados y parcelados para su puesta en cultivo. Consultando la prensa de la época , en este caso un breve artículo del periódico La Vanguardia, podemos saber que las obras comenzaron en el año 1958. También se explica brevemente las fases del proyecto.[G][H]
    lagoa-antela-dictadura-franco-2
    También a través de la búsqueda en la prensa de noticias relacionadas con la desecación nos damos cuenta de cómo en aquellos años esta obra se consideraba un proyecto necesario, en el artículo anterior extraído de La Vanguardia, vemos como ya en 1954 antes de la aprobación de la R.O para llevar a cabo la desecación, se considera que la obra de desecación sería una cosa esplendida que se estaba demorando demasiado. [I]

El anterior artículo de 1958, explica como la gente de Xinzo de Limia quería expresar la enorme gratitud que sentía hacia Franco por haber comenzado las obras de desecación de la Laguna.

[A] ZAPATA TEJEDOR, F.,Desecación y Saneamiento…op.cit,p.470

[B] El autor habla en su artículo del negocio que existía en el siglo XVIII de exportación de sanguijuelas. Menciona un artículo del diario ABC, escrito por García Bayón en el que habla del interés de los franceses por estas sanguijelas, a las que usaban para realizar sangrías.

[C] ZAPATA TEJEDOR, F., Desecación y Saneamiento…op.cit,p p.465

[D] SOTO

[E] Plan del desagüe de la Laguna de Antela realizado por Zapata Tejedor

 

[F] SOTO, M. F., GARCÍA, A. F., CUESTA, G. F., & PRIETO, J. R. F. La desecación de… op.cit.,p.301

[G] Artículo del 18/09/1958 extraído de La Vanguardia.

[H] Artículo del 06/11/1954 extraído de La Vanguardia

[I] Artículo del 21/09/1958 extraído de La Vanguardia

[1] Esta ley

[2] MARTÍNEZ CARNEIRO, X.L. Antela, a memoria…op.cit, p.79

[3] MARTÍNEZ CARNEIRO, X.L. Antela, a memoria…op.cit, p.299

[4] Ibidem

[5] 1956-27-12 (BOE). Ley del 27 de diciembre de 1956 sobre saneamiento y colonización de la Laguna de Antela, sita en la provincia de Orense.

5,6,7 Intentos de Desecación de A Lagoa de Antela

INTENTOS DE DESECACIÓN DE LA LAGUNA DE ANTELA – Lagoa de Antela

Tercer y Cuarto intento de desecación

5)  STONE Y FREEMAN

En 1874 según aparece establecido en la Gaceta de Madrid el 26 de diciembre de 1874 que las obras pasan a manos de Stone y Freeman, quedando los hermanos Mugártegui e Iscar Sáez subrogados de todos los derechos y obligaciones en cuanto a la realización de las obras : “…los concesionarios han transferido la expresada autorización a favor de los Sres. Jhon H. Stone y Richard Henry Freeman, súbditos ingleses que residen en la ciudad de Santiago”

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La consecución de la obra por parte de Stone y Freeman sufrió las misma suerte que todos los intentos anteriores. Después de solicitar un total de seis prorrogas, y ante las presiones que ejercía la población se vieron obligados a desistir en su cometido, y con la Real Orden del 20 de junio de 1890 se establece la caducidad de la concesión que se le había otorgado para el “desagüe y saneamiento de la Laguna de Antela.

6) CONDE VALVÍS

En 1937 apareció el proyecto realizado por Conde Valvís que fue aprobado por el Congreso Nacional de Servicios Técnicos de Falange. Sin embargo el proyecto nunca se llevó a cabo, el propio conde Valvís lo explicaba de esta manera:

“Con los datos recogidos sobre el terreno de las obras realizadas por los romanos, y más que otra cosa, a título de curiosidad esbozamos un anteproyecto de desecación. Sin embargo Conde Valvís apunta que después de muchas esperanzas en la realización de la obra de dicho desagüe fueron abandonadas por el Estado: “fuimos encargados para proyectar unos galpones, junto al puente de la carretera general, a fin de alojar en ellos 600 hombres que enviarían inmediatamente. No volvieron a dar señales de vida”

7)  AGRÍCOLA DE ANTELA S.A

En el año 1949 como apunta Zapata Tejedor surgió “Agrícola de Antela S.A” con la finalidad de desecar la Laguna, pero las dificultades internas y la tramitación de la concesión provocó que de nuevo no se llevara a cabo el proyecto.

 

Tercer y Cuarto intento de desecación de la Laguna de Antela

INTENTOS DE DESECACIÓN DE LA LAGUNA DE ANTELA – Lagoa de Antela

3) LOS HERMANOS MUGÁRTEGUI

Ver segundo intento de desecación

A pesar del fracaso del proyecto anterior, el 25 de febrero de 1854, los hermanos Mugártegui a través de una instancia solicitan permiso para desecar la Laguna de Antela. Su proyecto estaba muy bien elaborado y argumentado, incluso estaba establecido el presupuesto. Consideraban que este proyecto sólo traería beneficios a la gente de la comarca, proporcionaría pan y trabajo a mucha gente necesitada. Sus argumentos estaban en consonancia con lo de Toubes y Pelayo Cuesta, definían a la laguna como un terreno lagunoso y malsano que evitaba el crecimiento de una de las regiones más productivas de España.

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Los vecinos, sin embargo, no parecían estar conformes con los supuestos beneficios que traería consigo la desecación de la Laguna, y el 27 de marzo presentaron una instancia colectiva firmada por 300 cabezas de familia de los municipios de Porqueira, Rairiz de Veiga, Sandiás, Sarreaus, Vilar de Barrio y Vilar de Santos. En él mostraban su oposición a la obra y pedían que se le denegara el permiso para llevarla a cabo.

La oposición de estos vecinos, para quienes la laguna era fundamental para desarrollar las labores –principalmente la ganadería- que eran la forma de sustento de muchas familias, obligó al ayuntamiento a posicionarse a favor de los vecinos y en contra del proyecto de los Mugártegui.

Los vecinos con el objetivo de frenar el proyecto comenzaron a adquirir terrenos colindantes con la laguna. Según Rico Boquete “las compras afectaron a diecisiete parcelas que se extendían por una superficie superior a las 3200 ha y cuya denominación siempre incluía los términos “lagoa”, “veiga” o “braña”.

4) ISCAR DÍAZ

A pesar de las protestas de los vecinos, comenzaron a surgirle competidores a los Mugártegui, que pretendían hacerse con la concesión de la obra de desecación: Guillermo Partington y José Joaquín Figueras, los señores Juan Sabugo y Victoriano Moto, pero ninguna de estas solicitudes recibió atención. No ocurrió lo mismo con la solicitud de Toribio Iscar Sáez, su proyecto fue muy bien considerado por la Junta Provincial de Agricultura, lo que provocó que a pesar de la reticencia inicial de los Mugártegui a colaborar con Iscar Sáez terminaran por crear una empresa conjunta para llevar a cabo el proyecto.

Con el Real Decreto de 15/04/1868 publicado en la Gaceta de Madrid los hermanos Mugártegui e Iscar Sáez obtienen la concesión para la desecación de la Laguna.

En el artículo 3 se estipulaba que la empresa se haría con la propiedad de los terrenos saneados en el proceso de desecación, terrenos que podrían ser cultivados, exceptuando 5% de las tierras que serían de aprovechamiento común para los pueblos contiguos a la laguna. En el artículo 4 se establece que se deberá abonar a los pueblos o particulares las cantidades establecidas en las leyes de desamortización. En el artículo 6 se exigía como garantía que un plazo de 15 días se abonara el 1% del presupuesto de las obras. En el artículo 7 se establecía la obligación de la empresa de a construir una Granja-escuela ocupando 10 hectáreas. En el artículo 8 se explica que las obras estarán supervisadas por el Ingeniero Jefe de la provincia y que deben comenzar en el plazo de un año y han de terminarse en cuatro años. Una vez terminadas las obras, será la Dirección general de obras públicas la encargada de realizar un reconocimiento especial.

Finalmente las obras fueron paralizada, Zapata Tejedor considera que fueron las protestas de los vecinos, que opusieron resistencia a que las obras de desecación se llevarán a cabo, junto a motivos políticos, lo que provocó que se abandonarán las labores de desagüe. [3]

 

Segundo intento de desecación de la Laguna de Antela

INTENTOS DE DESECACIÓN DE LA LAGUNA DE ANTELA – Lagoa de Antela

Primer intento de desecación aquí

2) JUSTO PELAYO CUESTA

EN 1848 LA R.O del Ministerio de Comercio Instrucción y Obras Públicas dispuso que se llevaría a cabo un reconocimiento de la Laguna, con la idea de establecer un presupuesto para desecarla, se pretendía convertirla en una zona productiva para su uso agrícola. Para las obras de desagüe la Administración intentó atraer el interés de empresas particulares apelando a los beneficios que se conseguirían con la obra y a las ayudas que se concederían.

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En 1850 Justo Pelayo Cuesta solicitó a través de un escrito a la Reina, los permisos para llevar a cabo las tareas de desecación de la laguna. En su solicitud explicaba las causas por las que consideraba que el proyecto de Toubes había fallado y presentaba la obra de desecación de la laguna como una tarea fácil, además se comprometía a asumir todos los costes a cambio de que se le concedieran todo el terreno que ocupaba la Laguna de Antela una vez quedará seco.

En 1850 a través de la R.O de 17 de junio se le concedía a Pelayo Cuesta una autorización provisional para el desagüe, con la condición de que en un plazo de dos meses aportase la fianza establecida. Sin embargo Pelayo Cuesta incumplió todos los plazos establecidos, argumentando que había surgido una alarma entre los empresarios debido a las protestas llevadas a cabo por los vecinos que mostraban su oposición a las obras de desecación.

Sin embargo Pelayo Cuesta seguía mostrándose comprometido con el proyecto y aseguraba que contaba con el apoyo de hombres de negocios, los Sres Partington y Edwards. Rico Boquete señala que es la presencia de estos socios es lo que hace que la obra adquiera un carácter de empresa capitalista.

Finalmente las sucesivas prorrogas que solicitaba Pelayo Cuesta y sus constantes incumplimientos de plazos, provocaron que un nuevo aspirante a empresario, Liberto Malagamba solicitara que le fuese retirada la autorización a Pelayo Cuesta y concedida a él. Finalmente el Consejo Real retiró la concesión a Pelayo Cuesta pero también desestimo la petición de Malagamba.